Humo Sombras Nuestro mundo es de apariencias. Vanidad de vanidades dice el Eclesiastés. Soy frívola . Adoro la moda. Desde niña ya me preocupaban mis zapatos y mis tapados tejidos. Mis tías me mimaban mucho mi hermano y yo eramos dos pequeños que nos habíamos quedado huérfanos y como éramos los primeros sobrinos nos regalaban de todo. Que lindo es que a uno lo mimen TODOS MERECEMOS SER AMADOS. Pero como les decía Amo los vestidos de Valentino me encantaba la ropa de Kenzo y siempre adoré los diseños de Ives Saint Laurent (querido Ives). Puedo seguir y seguir nunca me cansaría de los zapatos, vestidos y demás pero lo que no entiendo es el tener por tener. Lo que me da fastidio es la cabeza hueca de mucha gente que se gasta todo lo que tiene y lo que no en un par de zapatos cuando hay tanta gente que necesita una mano. No puedes pensar que es más importante un tapado que salvar a un pequeño animal de la muerte no puedes elegir comprarte cincuenta modelos del mismo vestido y dejar sin una ayuda a quienes están padeciendo hambre. Nuestro mundo de apariencias nos trastoca los valores. Las cosas son solo cosas las personas los animales tienen alma sería bueno que no olvidaramos eso.