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viernes, 29 de septiembre de 2017

El mundo paralelo








Llego a casa y tiro mis tacos apenas entro. Siouxsie hizo lío, me comió parte de la alfombra de la entrada. Sonamos, veterinaria. No tengo un puto peso pero iremos con Siouxsie al veterinario.Siouxsie es mi perra. Mi bella, mi todo. No es una perra fina es de la calle y la adoro.

Él me escribe por teléfono , me dice que soy lerda. Que me apure, que no llegamos a la cena de los Lezama. Que siempre le hago lo mismo, que no me ponga la pollera corta. Que...


Abro la heladera, me tomo un vino blanco helado, demoro a propósito. Y sigue pasando la hora y me vuelve a llamar y me putea directamente. Lo escucho y de paso me leo el correo de una de mis redes sociales.


Creo que él y yo somos abismo. Tan diferentes, mundos paralelos que nunca se encuentran.A él le importa el status, es inseguro y a mí me importa el corazón de la gente, me exaspera su servilismo, su debilidad. No soporto la debilidad. Debo haber nacido de un oso feroz por el coraje y el temperamento.


Acaricio a Siouxsie, sabe que ha hecho lío y me mira con los ojos más inquisidores, la amo. Bella, genia le digo.Es mi hija, mi nena.


Lautaro me llama y me grita...he decidido que no voy a su maldita fiesta, no me gusta que me pasee entre sus amistades.Las minas me quieren liquidar y ellos, se les nota el colmillo de lejos.Harta de tanta banalidad. De lo light que es Lautaro y de su mundo boludo y en decadencia.

Somos mundos paralelos nunca nos encontraremos, no tengo entrada en ese mundo frágil, yo quiero que me devore y él zozobra ante el minuto diez de mi demora. Basta.


Andate Lautaro, andate.Ve a la fiesta, ve. Yo he decidido asumir mi soledad como se asume una tragedia con dolor y sin piedad. Soy la mujer más sola del mundo pero tengo a Siouxsie que es lo más. Mi hermana, mi piel, mi alma. Váyanse todos a cagar.


Mónica Pedraza