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lunes, 4 de septiembre de 2017

Priscilla








Priscilla




Nunca es bastante.
Nunca es hoy.
Respira pero no vive
Lo sabe.


Está en deuda con algo que nunca fue,
su madre diría "don't worry Priscilla ",
pero su cicatriz está en carne viva.


Pero no puede
tolerar ya más
las líneas mugrosas de una carta que nadie le escribió.
Ni el pedido de perdón que nunca obtuvo.


La fuerza del océano es agua chispeante y en borbotones
pero esta agua pantanosa no lleva al mar,
sólo a la sombra y al dolor,


Quisiera colocarse como los generales
en el pecho, medallas,
porque fue inmensa y dulce,
pero sólo lo sabe ella.
Nadie más.

Es otra bofetada
es el Destino
o la Nada misma
El camino a una puerta cerrada
siempre cerrada

Priscilla no quiere morir de nuevo,
ni entregar su cuerpo a las caricias
de un amor a medias, tibio, siempre tibio...

Hay rosas que ensangrentan las manos
La marea es alta
y deja la playa nueva, límpida
La luz es originaria.

La poesía algún día será.


Mónica Pedraza

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